Busca la armonía entre el sujeto y su entorno. Cuando estés componiendo tu fotografía, asegúrate de que el entorno elegido complemente y realce la personalidad o la historia del sujeto. Observa los colores, las texturas y los elementos visuales en el entorno y cómo interactúan con el sujeto. Busca patrones, líneas o formas que puedan guiar la mirada del espectador hacia el sujeto principal. Además, considera la distancia focal y la profundidad de campo para destacar al sujeto mientras aún se muestra parte de su entorno. Al lograr una armonía visual entre el sujeto y su ambiente, crearás retratos ambientales que no solo sean estéticamente agradables, sino también significativos y cautivadores.